Las técnicas de mapeo genético permiten identificar regiones del genoma asociadas a la variación en algún fenotipo. El mapeo por asociación genómica consiste en buscar posiciones en el genoma que varíen en la población (es decir que diferentes individuos tengan nucleótidos distintos en dicha posición), y que estén altamente correlacionados con el valor de un fenotipo de interés. Esta técnica sólo es aplicable cuando se conoce una gran cantidad de estas posiciones variables llamadas SNPs (los científicos lo pronuncian snips), y cuando los individuos son principalmente homocigotos en estas posiciones, ya que si un mismo individuo tiene dos variantes del mismo SNP, es imposible determinar cual es la causante del fenotipo observado.
Gracias a la secuenciación del genoma del perro hace varios años y a posteriores estudios sobre su variación genética, un grupo de científicos consiguió identificar 120 mil SNPs a lo largo de los 2,500 millones de nucleótidos del genoma del perro. Se determinaron las variantes existentes para estos SNPs en 915 perros de 80 razas diversas, además de 83 caninos salvajes (lobos, chacales y coyotes) y 10 perros domésticos egipcios (que se encuentran entre los primeros perros domesticados). La variación genética en estos animales fue comparada con la variación en 57 características morfológicas como peso, y dimensiones de diferentes partes del cuerpo definidas para las razas estudiadas, además de características de la dentadura, el pelo y las orejas.
Estudios similares en otros mamíferos y en plantas concluyeron que fenotipos complejos, como la morfología, son influenciados por varias regiones del genoma y se encontró que los perros no son la excepción. Sin embargo, al cuantificar la contribución de cada SNP a la variación morfológica, los científicos encontraron que la mayor parte de la misma es debida a 3 o menos SNPs; esto contrasta con resultados en otros organismos en los que cada fenotipo está asociado a muchos SNPs, cada uno con efectos menores que actúan aditivamente.
Las razones de esta diferencia no están del todo claras, el hecho que otros mamíferos y plantas compartan una organización que es diferente a la de los perros sugiere que la diferencia fundmanetal viene de la domesticación, ya que es mucho más fácil para los criadores preservar una característica cuando está determinada por pocos genes; sin emabrgo muchas plantas también han sido domesticadas y sujetas a selección artificial por un largo tiempo y no muestran esta característica.
La hipótesis de los autores de estudio es que la crianza de los perros ha estado sujeta a diferentes presiones que otros animales y plantas domésticas. La mayoría de las razas modernas surgieron en la época victoriana con énfasis en la novedad morfológica, lo que ocasionó que se seleccionaran individuos con cambios drásticos en poco tiempo, de manera que se favorecieron variantes genéticas con efectos muy fuertes. Por otro lado, los criadores de otros animales y plantas domésticas tenían un enfoque basado en la productividad y fertilidad, por lo que habrían seleccionado progresivamente variantes de menor efecto que se fueron acumulando.
Más estudios de este tipo son necesarios en otros organismos domésticos así como en parientes salvajes antes de poder dar una respuesta satisfactoria, pero sin duda se confirma que nuestro mejor amigo tiene un gran potencial para ayudarnos a responder preguntas fundamentales sobre la evolución en general.
Referencias:
- Boyko et al. “A Simple Genetic Architecture Underlies Morphological Variation in Dogs” (2010) . PLoS Biology 8(8): e1000451. doi:10.1371/journal.pbio.1000451.
1 comentario:
Primito sabes me estas ayudando mucho con mi tarea de biologia jeje
te quiero mucho, espero verte pronto y sigue con tu blog (:
bye!!
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